¿Cómo hacer correctamente la justificación de un proyecto?
¿Tienes que realizar la justificación de un proyecto académico, pero no conoces las claves para hacerla adecuadamente? Pues, no te preocupes, porque en este post te lo explicamos en detalle. Primero, veremos de qué se trata la justificación de un proyecto. Una vez que conozcas esta metodología, te enseñaremos cómo hacerlo paso a paso. Así que sigue leyendo y toma nota de cada detalle.
¿Qué es la justificación de un proyecto de investigación?
Empecemos por el principio y abordemos qué es y cómo justificar un proyecto. De este modo, podrás ir haciéndote una idea de las tareas que deberás realizar y cómo encarar cada uno de los procesos implicados.
La justificación de un trabajo de investigación consiste en argumentar por qué es necesario llevarlo a cabo. Se trata de uno de los momentos clave de la labor investigativa, ya que consiste en definir la relevancia actual de una indagación.
En ocasiones, suele pasarnos que ya tenemos alguna idea sobre qué haremos en nuestro trabajo. Sin embargo, nos cuesta explicar el porqué. Y justamente de esto se trata. Precisamente, pensar y poder plasmar la justificación de un proyecto es lo que nos permitirá asegurar su continuidad. O, en otros términos, que el tribunal evaluador decida sobre su aprobado o no.
Todo proyecto académico supone la confección de un plan de trabajo. En él, volcaremos y demostraremos los conocimientos adquiridos a lo largo de una carrera o de una materia en particular. En general, se trata de identificar cuál es nuestro interés en relación con una temática para profundizarla. Por lo tanto, es preciso poder ofrecer las razones que tenemos para hacerlo.
¿Cómo se justifica adecuadamente un proyecto?
Ahora que ya tienes una base de lo que se trata, veremos qué pasos o procesos deberás implementar para un desarrollo adecuado. A continuación, te sugerimos un conjunto de pasos a seguir.
Elección del tema
Para justificar correctamente un proyecto, antes que nada, es fundamental que selecciones un tema u objeto de estudio. Este es el primer paso al momento de iniciar una investigación. Para esto, deberás indagar tanto en tus intereses como en aquellos tópicos que posean relevancia en la actualidad. Esto es así porque se motiva a que la producción de conocimiento científico sea nueva y esté actualizada. Por supuesto, que además sea dentro de un área o campo de aplicación.
Todos estos factores incidirán en cómo harás la justificación de un proyecto. Quizás sea una de las etapas más complicadas de afrontar. Pero, por eso mismo, es importante que le dediques el tiempo suficiente para no avanzar en algo con lo que tengas que volver atrás.
En la justificación del tema de un proyecto explicitarás por qué lo has escogido. Así, deberás explicar objetivamente cuál es el interés que tienes en hacerlo.
Planteamiento del problema
Además de la relevancia y la actualidad de la temática, tendrás que explicar cuáles son los aportes concretos que podrían efectuarse desde una investigación. En este sentido, la justificación y elección de un tema se relaciona con otra fase siguiente. Esta consiste en la identificación y el planteamiento de una problemática más específica.
Entonces, tendrás que formular interrogantes que te orienten en el proceso: ¿por qué es importante investigar sobre este tema? ¿Qué aspectos todavía no se han explorado? ¿Qué discusiones se pueden entablar a partir del conocimiento producido hasta el momento? ¿Cómo y desde qué perspectiva realizar un aporte novedoso en tal materia?
Las preguntas de investigación te orientarán a trazar un recorrido. A medida que avances, podrás ir descartando algunas y te quedarás con las que sean más pertinentes. Lo importante es que puedas delimitar los factores cruciales que hacen a la especificidad de tu trabajo.
Búsqueda de antecedentes
Si estás iniciando tu trayectoria en la investigación, no olvides que tu proyecto no comenzará desde cero. Es decir, existe mucho conocimiento producido por otros agentes al que deberás recurrir para una buena justificación de un proyecto.
Por lo tanto, una vez que hayas avanzando con el tema y el problema, será momento de investigar qué se ha producido al respecto. Esta fase implica una revisión profunda y exhaustiva de antecedentes sobre el objeto de estudio.
De este modo, podrás justificar a partir de referencias concretas a otros autores la importancia de continuar una investigación ya iniciada, proponer otro enfoque de abordaje o discutir opiniones naturalizadas.
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