Todo lo que debes saber sobre el estado del arte del TFG
Antes de comenzar con este artículo, debemos decirte: ¡Felicidades! Llegar a esta etapa representa un gran logro en tu trayectoria educativa, y al mismo tiempo, el desafío más grande que encontrarás. Para ayudarte a superarlo con éxito, aquí te contaremos qué es el estado del arte del TFG y cómo redactarlo. Quédate con nosotros para enterarte de todo.
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¿Qué es el estado del arte del TFG?
El estado del arte del TFG es el apartado donde se expresa en qué situación se encuentra el tema elegido, en términos académicos. Es decir, cuáles son las últimas actualizaciones e investigaciones en torno a la temática de tu proyecto. Otros nombres con los cuales se suele referir al estado del arte son antecedentes o marco de referencia.
Ahora bien, la función de esta sección es ofrecer al lector un contexto, y para ello, deberás incluir estudios relevantes que se vinculen de alguna manera con tu trabajo. Aunque no se trata de incorporar todas las investigaciones que ofrezcan información de interés, sino que debes aplicar un criterio de selección. Pero sobre esto hablaremos más adelante.
Ten en mente que el estado del arte del TFG funciona como un nexo que une la introducción con el desarrollo. Y para esto, debe ofrecer elementos que justifiquen la relevancia del problema y la pregunta de investigación.
De todo lo dicho se deduce que este apartado ofrece un marco que expone la importancia de tu proyecto, apoyado en estudios previos que validen tu línea de investigación. Llegados a este punto, será momento de conocer qué tipo de contenido debes incorporar a los antecedentes. Veámoslo a continuación.
¿Qué contenido incorporar al estado del arte de tu TFG?
Para que tu marco de referencia esté compuesto correctamente, será importante incluir diferentes teorías o conceptos, o bien términos e ideas relacionadas con tu trabajo. Para ello, es indispensable consultar investigaciones científicas que aborden la misma temática y, sobre todo, que sean relevantes para el área de estudio.
Otros elementos a tener en cuenta son los hechos históricos. En ocasiones, ocurren eventos que influyen en el tema estudiado. Por ejemplo, el contexto del surgimiento del problema, la sanción de una ley, la instalación de una fábrica, entre otras cosas.
Ya hablamos del tipo de documentos y ahora es momento de revisar las variables investigadas. Será crucial que en tus antecedentes incluyas trabajos que compartan al menos una variable con el tuyo. El mismo criterio aplica a la población, ya que mientras más puntos en común tengan, mejor será el aporte al marco de referencia.
Por último, solo nos queda hacer referencia a la antigüedad del contenido consultado. En este sentido, te sugerimos que trabajes con datos actuales, cuya fecha de publicación no sea mayor a 5 años. Esto se debe a que la elaboración de tu proyecto necesita de la información más reciente, ya que no quieres formularte una pregunta que haya sido respondida.
Muy bien, ahora que ya sabes qué incluir en los antecedentes, será momento de cumplir nuestra promesa y contarte cómo hacerlo.
Cómo redactar el estado del arte de tu TFG
Abróchate el cinturón porque iniciaremos nuestro recorrido por la redacción integral de tu marco de referencia. Para comenzar, lo primero será conseguir un buen gestor bibliográfico.
Muchas universidades utilizan RefWorks, el cual funciona muy bien, pero también puedes usar Mendeley o Zotero. Es imprescindible que aproveches estos recursos, para tener un buen control sobre la bibliografía que consultes.
Una vez que hayas elegido tu gestor de confianza, lo siguiente será encontrar los documentos relacionados con tu temática. En este sentido, cuentas con varias opciones y te recomendamos que las aproveches a todas.
La primera será consultarle a tu tutor dónde comenzar la búsqueda. Si es un experto en el área, es probable que conozca buenas fuentes de información. Además, puedes revisar la base de datos de tu universidad o de otros centros de estudio. Dialnet también es una buena opción y, por supuesto, el siempre confiable Google Académico.
Comienza a redactar
Cuando tengas la información que consideres apropiada, será momento de comenzar a redactar los antecedentes. Recuerda que el marco de referencia es un apartado igual al resto, y como tal, requiere de un desarrollo siguiendo una línea argumental.
Con esto queremos decir que no se trata de copiar y pegar los títulos de las fuentes encontradas, sino que debes vincular sus partes más relevantes con tu proyecto. Demostrar cómo se relacionan y el aporte que hacen a tu trabajo es crucial en esta sección.
Aquí presta especial atención a las citas. Cada información que traigas de otros autores debe estar correctamente consignada en tu proyecto. Nuevamente, remarcamos la importancia del gestor bibliográfico, te será de utilidad para que no se te escape nada.
Una vez terminada la redacción del estado del arte de tu TFG, revisa si el vínculo de cada investigación con tu proyecto es evidente. Es fundamental que sea claro y que la relación establecida sea relevante. Como dijimos anteriormente, no se trata de incorporar contenido por el solo hecho de llenar espacio.
Hemos llegado al final y esperamos haber resuelto todas tus dudas relacionadas con el estado del arte del TFG. Pero, debes saber que si aún tienes problemas con eso, contamos con una serie de recursos para ayudarte. Continúa leyendo y entérate de qué se trata.
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En este sentido, podemos ofrecerte asesorías personalizadas, para despejar las dudas que tengas sobre los antecedentes o cualquier parte de tu TFG. O bien, podemos corregir tu trabajo cuando lo hayas terminado, y controlarle el nivel de plagio con Turnitin.
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