¿Qué es un Estado del Arte?

Si eres estudiante de alguna universidad y estás comenzando un TFG, TFM o una Tesis, seguro te has preguntado qué es el estado del arte. Y es normal que este término genere confusiones. Pero, ¡tranquilo! En el post de hoy te contamos qué es el estado del arte, sus características, cómo hacerlo y dónde puedes buscar todo el material que necesitas.

Aproximaciones al Estado del Arte

Toda persona que se orienta a la práctica de la investigación ha escuchado y conoce la expresión “estado del arte” o “estado de la cuestión”. Pero, ¿de qué se trata? Es probable que ahora te encuentres cursando el último semestre de formación o hayas comenzado con tus proyectos finales y, entonces, ha aparecido esta palabra tan enigmática.

En términos generales, definimos al estado del arte como aquella etapa del proceso de investigación posterior a la elección y justificación del tema. Una vez que hayas escogido tu tema de interés, sigue la parte en la que tendrás que leer lo que se ha escrito en torno a esa temática.

Es cierto advertirte que existen autores que establecen una distinción entre “estado del arte” y “estado de la cuestión”. Sin embargo, a fines prácticos suelen utilizarse como sinónimos para remitirse al mismo proceso. La diferencia fundamental se basa en sus contextos de uso. Es decir, la denominación puede variar en algunas ramas del conocimiento y preferir el uso de uno u otro.

Para que las identifiques cuando te las cruces, las expresiones similares que suelen utilizarse son: estado del arte, estado de la cuestión, revisión del estado del arte, revisión de antecedentes o antecedentes a secas.

El estado del arte: definiciones en torno a su significado y práctica

Pasemos ahora a profundizar en este concepto y su significado.

Específicamente, el estado del arte es “un estudio analítico del conocimiento acumulado que hace parte de la investigación documental […] y que tiene como objetivo inventariar y sistematizar la producción en un área del conocimiento” (Vargas y Calvo, 1987, en: Molina Montoya, 2005, p. 74).

Pero, sobre todo, hay que tener en cuenta una cuestión fundamental. Esto es que supone un “ejercicio que no debe quedarse tan solo en el inventario, sino que debe trascender más allá, porque permite hacer una reflexión profunda sobre las tendencias y vacíos en un área específica” (Vargas y Calvo, 1987, en: Molina Montoya, 2005, p. 74).

Gómez Vargas et al retoman dos definiciones que dan cuenta de posiciones diferenciadas. Pero focalizando en un aspecto puntual: en relación con el concepto en el marco internacional e hispano-hablante. Por una parte, el Diccionario de Oxford se refiere “al uso de las técnicas o métodos más modernos y avanzados” (Oxford Dictionaries en: Gómez Vargas et al, 2015).

Por otra parte, se considera por ejemplo que su objetivo esencial es “dar cuenta de construcciones de sentido sobre datos que apoyan un diagnóstico y un pronóstico en relación con el material documental sometido a análisis” (Hoyos Botero, 2006, p. 57 en Gómez Vargas et al, 2015, p. 424).

La importancia de estos matices es que puedas posicionarte respecto al estado del arte que pretendes realizar. En última instancia, estos criterios suelen estar definidos según el área en la que te encuentres y las directrices que promueva tu universidad. Así que no te preocupes demasiado si todavía no puedes procesar toda esta nueva información.

¿Cómo se produce el estado del arte?

Ahora que te haces una idea de qué es un estado del arte, pasemos a considerar cómo se hace para que te pongas manos a la obra.

Lo primero que necesitas saber al respecto es que deberás realizar una búsqueda exhaustiva y pormenorizada de lo que se ha investigado sobre el tema que elegiste. Es importante considerar los trabajos científicos de otros/as especialistas de la disciplina o área de conocimiento. Esto no solo es para proteger el derecho a la propiedad intelectual, sino para que puedas especificar la temática.

Probablemente te encuentres con análisis similares o perspectivas que deseabas incorporar en tu estado del arte. Pero, ¡no te desanimes tan rápido! Ya que la finalidad es que, en base a lo que se conoce, puedas elaborar una propuesta propia y novedosa. Estas investigaciones previas se constituirán como los cimientos sobre los que construirás tus aportes específicos.

Es fundamental que sepas, de antemano, que todo este proceso de lectura y análisis requiere de tiempo suficiente. ¿Por qué? Para que puedas entender y digerir tantos volúmenes de datos. Otórgale importancia a confeccionar tú estado del arte, definiendo un periodo de tiempo para esta actividad. Es recomendable que hagas una primera selección de documentos escritos. Luego, registra su extensión; y, en función de esta, planifica un cronograma de actividades a medida.

¿Dónde puedes buscar y encontrar fuentes confiables?

Ya es hora de poner en práctica lo que has aprendido en este artículo. La pregunta que debe surgirte enseguida es dónde encontrarás el material necesario para indagar y aplicarlo. A continuación, te mencionamos algunas de los principales espacios donde puedes realizar tu búsqueda y selección de antecedentes:

Bibliotecas

Estos espacios son idóneos para recabar antecedentes de investigación para confeccionar tu estado del arte. Seguro en tu universidad o ciudad hay alguna cercana y lo suficientemente grande. Acércate para conocer las condiciones de los préstamos de libros y sumérgete en las dinámicas de consulta. También existen infinidad de bibliotecas virtuales desde las que puedes acceder desde la web y en la comodidad de tu hogar.

Bases de datos

Si tu investigación se orientará a la búsqueda de datos estadísticos, deberás consultar una serie de bases de datos que te permitan el acceso a la información. Estos dependerán de la temática y de la disciplina en cuestión.

Centros de investigación

Estos lugares están orientados, en general, a áreas específicas del conocimiento y disponen de espacios de consulta. Investiga si tienes acceso a alguno desde tu universidad y/o tu ciudad. Incluso, en otros lugares a los que puedas viajar o donde estarás casualmente de visita.

Aquí también tienes la posibilidad de ponerte en contacto con otros/as investigadores/as de temáticas afines que pueden guiarte. Además, tu tutor/a seguramente forma parte de algún equipo radicado en un centro de investigación. No dudes en preguntarle, ya que será quien te guíe en el proceso y podrá sugerirte bibliografía pertinente para tu estado del arte.

Revistas especializadas

Cada rama, área u objeto de conocimiento suele contar con revistas especializadas en su campo. Estas pueden ser tanto físicas como virtuales. Aunque en la actualidad hay cada vez más en formato digital, lo que permite una mayor accesibilidad a la información. Sin embargo, es posible que te encuentres con algunas en las que tengas que pagar. Comienza por aquellas que sean de acceso abierto y libre.

Repositorios

Se tratan de archivos o plataformas donde se almacenan una multiplicidad de recursos de manera digital. Por esta misma razón, puedes acceder a ellos a través de Internet. Existen repositorios de diferentes tipos, tales como los institucionales, los temáticos y los bancos de TFG o de datos.

Google Académico

Esta es una herramienta clave para tu búsqueda de artículos. También puedes buscarlo como “Google Scholar”. Lo más atractivo de esta plataforma es que puedes filtrar los artículos en función de:

1. Los idiomas que conozcas.
2. Un intervalo de años determinado.
3. Autores específicos.
4. Palabras clave.

Referencias bibliográficas

Gómez Vargas, M.; Galeano Higuita, C.; y Jaramillo Muñoz, D. A. (2015). El estado del arte: una metodología de investigación. Revista Colombiana de Ciencias Sociales, 6 (2), pp. 423–442. DOI: https://doi.org/https://dx.doi.org/10.21501/issn.2216-1201

Molina Montoya, N. P. (2005, julio-diciembre). ¿Qué es el estado del arte? Ciencia y Tecnología para la salud visual y ocular, 5. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5599263

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