Memorizar, un arte que se puede aprender

Hay momentos en la vida en los cuales necesitamos extraer información de nuestra memoria, pero esta se niega a dárnosla, durante un examen, por ejemplo. Por eso, en este artículo te mostramos los secretos detrás del arte de memorizar a través de técnicas diversas, para que puedas hacerlo como un experto. Acompáñanos en este fascinante recorrido.

Memorizar: ¿qué es y cómo se hace?

Memorizar consiste en almacenar información en el cerebro para poder recuperarla más tarde. Estamos constantemente bombardeados de información, a cada segundo que pasa ocurren a nuestro alrededor infinidad de eventos, y para no explotar, nuestro cerebro olvida la mayoría de ellos. El problema ocurre cuando suprime la información que queremos conservar, por ejemplo, si cerramos con llave la puerta o el nombre de la persona que acabamos de conocer.

Y este problema se profundiza si no tienes la costumbre de retener información. Pero, con un poco de práctica, puedes mejorar mucho en esta habilidad, lo cual te será extremadamente útil a la hora de estudiar y retener conceptos importantes. 

Una vez definido que es memorizar, cabe preguntarnos cuál es el secreto para lograrlo. Y ya que estás aquí, te enseñaremos una serie de técnicas para sacarle el máximo provecho a tu memoria, en el menor tiempo posible.

Técnicas para memorizar ideales para estudiantes

A continuación, te presentamos seis excelentes técnicas para memorizar información en el menor tiempo posible. Te recomendamos probarlas a todas y perfeccionar aquellas que te den mejores resultados.

Entender

Esta es una de las técnicas para memorizar más poderosas que existen. El entendimiento activa la memoria desde la lógica, de manera tal que los conocimientos adquiridos están encadenados entre sí. Cuando comprendemos lo que leemos, retener la información es mucho más simple y accesible. En el caso contrario, cuando intentamos recordar algo que no entendemos, inconexo de un contexto que nos permita sustentar la idea, nos cuesta más memorizar. 

A modo de ejemplo podemos citar el proceso de manufacturación del queso. Si queremos memorizarlo, lo más fácil será entender el porqué de cada paso, desde la extracción de la leche, su procesamiento y la venta. Cada etapa está necesariamente conectada con la anterior y la siguiente, y ubicada en un punto específico. De no ser así, todo el proceso se vería afectado. Entender esto nos ayudará a memorizarlo.

Memorizar lo más importante

Una buena técnica es seleccionar la parte más importante de lo que deseamos memorizar, que luego nos permita entender lo demás. Un buen ejemplo de esto son los mapas conceptuales, donde se toman pocas palabras y se las relaciona con flechas. Esta técnica está muy ligada a la que vimos anteriormente. El mapa conceptual tiene como finalidad ayudar a entender y a retener la información de manera visual.

Crear historias

Esta es una de las técnicas para memorizar más divertidas, consiste en crear una pequeña narración con lo que deseas memorizar. Retomaremos el primer ejemplo y construiremos una historia de la siguiente manera: Juan se levanta temprano a ordeñar las vacas, luego lleva la leche a la fábrica donde la procesa, finalmente obtiene el queso que luego vende en su negocio. Este es un ejemplo enormemente simplificado, pero a su vez, comprensible.

Escribir

A muchos estudiantes les resulta efectivo escribir lo que están estudiando para memorizar la información. Tomar apuntes es un buen ejemplo de esto, ya que ayuda a fijar los conceptos que desarrolla el profesor. Al escribir se propone una actitud y una atención activas frente el desarrollo de la clase.

Escuchar

Algunas personas tienen mejor desarrollo de la memoria visual, es decir, que recuerdan más lo que ven. Pero a otras les va mejor recordando lo que oyen. También se puede dar una combinación de ambas. La técnica de escuchar hace hincapié en la memoria auditiva, y consiste en trasladar a un formato audible lo que estamos estudiando. Esto se puede lograr de varias maneras, una de ellas es leer en voz alta, escuchar atentamente al profesor, grabarnos y escucharnos a nosotros mismos, etc. No importa tanto el cómo, lo importante es introducir la información a través del oído. 

Hacer conciencia para memorizar

Esta técnica está emparentada con la primera, la del entendimiento. Pero en este caso no se trata de entender los misterios que se esconden detrás de lo que queremos memorizar. Simplemente, se trata de tomar conciencia de qué se trata. Por ejemplo, cuando intentamos recordar una canción, ayuda mucho saber de qué está hablando.

Asociar 

Cuando se nos presenta una nueva información de la cual nuestra mente no tiene ningún registro previo, podemos usar esta técnica. Consiste en vincular la información nueva con una ya existente, suena extraño, pero es muy sencillo y eficaz. Por ejemplo, cuando conoces a una persona y te dice su nombre, para no olvidarlo, puedes asociarlo a otra cosa. Veamos, si se llama Mario, puedes pensar en Mario Casas, y de esta manera, verás a la persona y pensarás, “este es el que se llama como Mario Casas”.

Hasta aquí hemos visto una serie de técnicas que mejorarán notablemente la forma en la que te relacionas con tu memoria. Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad y recuerda que la práctica hace al maestro. Pero si memorizar no es lo tuyo, continúa leyendo para encontrar una solución.

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