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¿Qué es la gramificación? Actividades para aplicar en el aula

A la hora de enseñar, nada es tan difícil como conseguir que los alumnos se involucren con lo que aprenden. Sin embargo, la gramificación en el aula parece haber venido a este mundo para salvar de ese problema a los educadores del siglo XXI. ¿Quieres saber qué es la gramificación y cómo se gramifica, por ejemplo, una programación didáctica? ¡Pues sigue leyendo! Aquí te lo diremos.

Gramificación: qué es

Quizás, si has hecho la asociación con la palabra inglesa game,  tengas alguna noción de qué es la gramificación o “gamificación”. Por lo pronto, “gramificación” es una metodología de enseñanza que busca que los procesos de aprendizaje se conviertan en un juego para los alumnos.

Así, la gramificación en el aula ha de generar que la incorporación de contenidos se posicione entre las experiencias positivas de cada alumno. Es decir, es una metodología por la cual, a partir del compromiso y el afán de superación generados, se incentiva la interiorización de conocimientos.

¿Cómo se produce este “compromiso”? A través de mecanismos diversos (principalmente de puntuación, competencia y desafíos) que hacen que el aprendizaje tenga la misma dinámica que un juego.

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¿Para qué sirve la gramificación?

Como hemos mencionado, la gramificación es un método por el cual se genera un mayor interés en la enseñanza, facilitándosela. En otras palabras, gramificar actividades educativas fortalece el compromiso de los alumnos con el aprendizaje; compromiso que propicia la incorporación o el refuerzo de contenidos. 

La gramificación en el aula resulta útil, entonces, para que la educación se vuelva significativa para el alumnado, en más de un sentido. Por un lado, se establecen una serie de asociaciones positivas con el aprendizaje, al volverlo un entretenimiento para los estudiantes. Por el otro, se motiva a estos a aprender, al incentivar su competitividad y su deseo de superación personal

Con la gramificación, aprender se vuelve un desafío compartido por el curso entero. En consecuencia, será necesario propiciar el desarrollo de las capacidades de cada alumno, para asociar sentidos positivos al aprendizaje. ¿Por qué? Pues porque a todos nos gusta hacer las cosas bien.

¿Cuáles son los objetivos de la gramificación?

En todo caso, es posible, por lo tanto, establecer tres objetivos que se persiguen al gramificar el aula: 

  • Motivar a los aprendices, venciendo la aprehensión y el aburrimiento que pueden caracterizar, para ellos, las horas de clase.
  • Desafiar al alumno y, sobre todo, recompensarlo, en y por cada instancia de aprendizaje.
  • Que los estudiantes se involucren con los contenidos impartidos, generando un vínculo estrecho.

Asimismo, a la hora de gramificar el aula, es imprescindible que los alumnos puedan asimilar las dinámicas que se implementarán. Dependiendo de los objetivos que se persigan, es conveniente hacer foco en las recompensas o en la misma competición

Siempre es posible, además, que estos procesos se lleven a cabo de manera individual o en grupo. Cada una de estas modalidades, como ya sabrás, propiciará que se sumen nuevas cuestiones al aprendizaje. En ciertos momentos, una competencia grupal puede ser mucho mejor que todos los premios que uno solo pueda recibir.

Dinámicas de la gamificación

Algunas de los mecanismos con las que puedes implementar la gramificación en el aula son las siguientes:

  • Otorgar “puntos” acumulativos por el cumplimiento de objetivos académicos (como resolver una suma complicada) y no académicos (ser ordenado). Se podrá armar una tabla de clasificaciones, para que cada alumno siga su progreso y el de los demás.
  • Recompensar, con regalos o premios, cada objetivo cumplido. Los logros deben ser celebrados.

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  • Generar desafíos (o “niveles”) progresivos, que incentiven también el afán por superarse (y superar a los demás). El aprendizaje no debe verse como algo imposible, sino como un reto.
  • Que la competición no deje de ser un juego. Para no generar asociaciones negativas con el aprendizaje, debe evitar tomarse la comparación con los demás alumnos más que como un incentivo para la propia superación.

Actividades para aplicar en el aula

Puedes introducir en el aula las diversas dinámicas de la gramificación tanto con actividades virtuales, como con juegos “tradicionales”. Por ejemplo, podrías:

  • Diseñar competencias grupales de preguntas y respuestas con diversas modalidades. Si te interesa la virtualidad (cosa que sin duda llamará la atención de tus alumnos) el Kahoot! es siempre una buena opción.
  • Organizar competencias al aire libre. Una búsqueda del tesoro colectiva, o el juego de “capturar la bandera” puede hacer maravillas para que los alumnos aprendan, mientras refuerzan sus lazos.
  • Hacer que tus estudiantes estudien hechos históricos a través de juegos de rol. Con alumnos mayores, la realización de juicios a grandes figuras de la historia ofrece una perspectiva más que interesante. 

La gramificación: un plus para tu programación (o unidad) didáctica

En una época que valoriza el salirse de los parámetros de “lo tradicional” para mejorar los procesos de enseñanza, la gramificación se busca cada vez más. Por eso, nunca está de más gramificar tus programaciones (o unidades) didácticas si buscas el éxito en el aula o en las próximas oposiciones.

Claro que, Roma no se construyó en un día y tus conocimientos acerca de la gramificación, tampoco. Para cuando vayas a implementar lo que hayas diseñado en tu programación, ya estarás ducho en la materia. Sin embargo, las oposiciones están a la vuelta de la esquina y el tiempo se te acaba y tienes que tomar una decisión. 

¿Arriesgarse con la gramificación, o no (esa es la cuestión)? Ciertamente los beneficios son muchos, entonces, ¿por qué no minimizar los riesgos y contratar un profesional?

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